Iguazu Falls, Iguassu Falls, or Iguaçu Falls (Portuguese: Cataratas do Iguaçu, pronounced [kataˈɾatɐz du igwaˈsu]; Spanish: Cataratas del Iguazú, [kataˈɾatas del iɣwaˈsu) are waterfalls of the Iguazu River located on the border of the Brazilian state of Paraná and the Argentine province of Misiones. The falls divide the river into the upper and lower Iguazu.
Their name comes from the Guarani or Tupi words y (IPA:[ɨ]) (water) and ûasú (IPA:[wa'su]) (big).[1] Legend has it that a god planned to marry a beautiful aborigine named Naipí, who fled with her mortal lover Tarobá in a canoe. In rage, the god sliced the river creating the waterfalls, condemning the lovers to an eternal fall.[2] The first European to find the falls was the Spanish Conquistador Álvar Núñez Cabeza de Vaca in 1541, after whom one of the falls in the Argentine side is named.[1] The falls were rediscovered by Boselli[2] at the end of the nineteenth century, and one of the Argentinian falls is named after him.
Geography
The waterfall system consists of 275 falls along 2.7 kilometers (1.67 miles) of the Iguazu River. Position is at Latitude (DMS): 25° 40' 60 S ,Longitude (DMS): 54° 25' 60 W . Some of the individual falls are up to 82 meters (269 ft) in height, though the majority are about 64 metres (210 ft). The Garganta del Diablo (Devil's Throat in English; Garganta do Diabo in Portuguese), a U-shaped 150-metre-wide and 700-metre-long (490 by 2300 feet) cliff, is the most impressive of all, and marks the border between Argentina and Brazil. Two thirds of the falls are within Argentine territory. [1] About 900 metres of the 2.7-kilometer length does not have water flowing over it. The edge of the basalt cap recedes only 3 mm per year. The water of the lower Iguazu collects in a canyon that drains into the Rio Parana in Argentina, shortly downstream from the Itaipu dam.
Access
The falls can be reached from the two main towns on either side of the falls: Foz do Iguaçu in the Brazilian state of Paraná, and Puerto Iguazú in the Argentine province of Misiones as well as from Ciudad del Este (Paraguay) on the other side of the Parana river from Foz do Iguaçu. The falls are shared by the Iguazú National Park (Argentina) and Iguaçu National Park (Brazil). These parks were designated UNESCO World Heritage Sites in 1984 and 1986, respectively.[3]
On the Brazilian side there is a long walkway along the canyon with an extension to the lower base of the “Garganta del Diablo”. The Argentian access is facilitated by the Tren Ecológico de la Selva (Rainforest Ecological Train), which brings visitors to different walkways. The “Paseo Garganta del Diablo” is a one kilometer long way to bring the visitor directly over the falls of the “Garganta del Diablo”. Other walkways allow access to the elongated stretch of falls on the Argentinian side and to the ferry that connects to the San Martin island.
Comparisons to other famous falls
Upon seeing Iguaçu, First Lady Eleanor Roosevelt reportedly exclaimed "Poor Niagara!"[1] Vastly larger than North America's Niagara Falls, Iguaçu is rivaled only by Southern Africa's Victoria Falls which separates Zambia and Zimbabwe (this is excluding extremely large rapid-like falls such as the Boyoma Falls). Whilst Iguazu is wider because it is split into about 270 discrete falls and large islands, Victoria is the largest curtain of water in the world, at over a 1600 m wide and over 100 m (350 ft) in height (in low flow Victoria is split into five by islands; in high flow it can be uninterrupted).
The water falling over Iguazu in peak flow has a surface area of about 40 ha (1.3 million ft²) whilst Victoria in peak flow has a surface area of over 55 ha (1.8 million ft²).[4] By comparison, Niagara has a surface area of under 18.3 ha (600,000 ft²).[5] Victoria's annual peak flow is also greater than Iguazu's annual peak—9 100 m³/s versus 6 500—though in times of extreme flood the two have recorded very similar maximum water discharge (well in excess of 12 000 m³/s). Niagara's annual peak flow is about 2 800 m³/s, although an all-time peak of 6 800 has been recorded.[5] Iguazu and Victoria fluctuate more greatly in their flow rate. Mist rises between 30 and 150 m (100 and 500 ft) from Iguazu's Garganta do Diabo, and over 300 m (1,000 ft) above Victoria (sometimes over 600 m).
Iguazu, however, affords better views and walkways and its shape allows for spectacular vistas. At one point a person can stand and be surrounded by 260 degrees of waterfalls. The Garganta do Diabo has water pouring into it from three sides. Likewise, because Iguazu is split into many relatively small falls, one can view these a portion at a time. Victoria does not allow this, as it is essentially one waterfall that falls into a canyon and is too immense to appreciate at once (except from the air).
As of July 24, 2006 a severe drought in South America had caused the river feeding the falls to become parched, reducing the amount of water flowing over the falls to 300 m³ (80,000 gallons) per second, down from the normal flow of 1,300 m³/s to 1,500 m³/s (350,000 to 400,000 ga/s). By early December, the flow was spectacular again, according to visiting tourists. This was unusual, as normally dry periods last only a few weeks.[2]
Las cataratas del Iguazú (del idioma guarani: Yguazu, en portugués: cataratas do Iguaçú) son las cataratas localizadas en la provincia de Misiones, en el Parque Nacional Iguazú, Argentina haciendo frontera con el Parque Nacional do Iguaçu del estado de Paraná, Brasil. Su nombre proviene de dos palabras: la palabra «y» (similar a la /ü/ del alemán o la /u/ del francés, producida por contracción de la garganta) y la palabra «guasu» (léase guasú), que en lengua guaraní quieren decir «agua» y «grande», respectivamente.
Están formadas por 275 saltos de hasta 80m de altura, alimentados por el caudal del río Iguazú. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva subtropical. La «Garganta del Diablo» ( el salto mayor, que consta de 80m)es un espectáculo aparte que, saliendo desde Puerto Canoas, se puede disfrutar en toda su majestuosidad a tan sólo 50m de distancia.
Descubrimiento
Las Cataratas del Iguazú fueron vistas por europeos por primera vez en el siglo XVI, cuando conquistadores españoles al mando de Alvar Núñez Cabeza de Vaca llegaron a esos parajes a mediados de enero de 1542 marchando desde La Vera - más exactamente desde la isla de Santa Catarina- hacia Asunción del Paraguay. Bautizaron aquellas maravillas fluviales como “Salto de Santa María”. Además de Cabeza de Vaca, entre los soldados que se encontraban en aquella expedición, iba Ñuflo (o Nufrio) de Chavez, el fundador de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Siendo asi las mas grandes del mundo y de mayor caudal.
Paseo inferior
Partiendo desde el mirador, que recuerda por su figura a un faro y se destaca del entorno por su color blanco, se desciende por numerosas escalinatas (algunas fueron talladas en la misma roca) hacia el río Iguazú y se transita por un bello sendero pedestre. Rodeado por la exuberante selva podrá disfrutar de una hermosa visión de la parte inferior de los saltos.
Comenzando la visita en el salto Lanusse y pasando por el Álvar Núñez Cabeza de Vaca, llegará a un espléndido punto panorámico desde donde tendrá una primera vista de la Garganta del Diablo. Avanzando un poco más se observa la isla San Martín y a su derecha el salto homónimo. Al final del sendero se encuentra el salto Bossetti.
Si permanecemos largo tiempo terminaremos mojados, pues allí el vapor de agua producido por el choque del agua contra las rocas forma una tenue pero incesante lluvia. Descendiendo por el sendero hacia Punta Peligro podrá, si en ese momento se encuentra habilitado, navegar por el río Iguazú y cruzar a la isla San Martín. Ya de regreso se pasa por el salto Dos Hermanas, donde se puede gozar de un refrescante baño en la enorme pileta natural que se forma en su base.
Paseo superior
Partiendo desde el mismo sitio antes mencionado, recorrerá, como el nombre del paseo indica, la parte superior de las caídas de agua. El punto de observación desde un nivel más alto cambia por completo la visión del paisaje. Verá prácticamente a sus pies despeñarse las turbulentas aguas.
De esta manera visitará nuevamente el salto Dos Hermanas, el Bossetti, el Chico, que serán un pequeño adelanto de la imponente Garganta del Diablo. En este sitio, donde el agua cae desde aproximadamente 70 metros de altura, nos sorprenderá el ensordecedor bramar del agua, permanentemente cubiertas por densas columnas de vapor, que despide el choque del agua con las rocas.
Además de estos circuitos, se puede pasear en el tren ecológico, que recorre la selva. En uno de los accesos al parque (el más cercano al aeropuerto internacional) se encuentra un anfiteatro, un museo con información de la selva y de la historia de la provincia, sanitarios, primeros auxilios, restaurantes, pizzerías y kioscos (los tres últimos se pueden encontrar en algunos senderos en la selva).
En 1984 el sector argentino de las Cataratas, el Parque Nacional Iguazú, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Posteriormente en 1986, el sector de Brasil, que se encuentra en el Parque Nacional do Iguaçu, también fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Las cataratas lindan con Argentina y Brasil, y están a pocos kilómetros de la triple frontera con Paraguay.
Cerca de las Cataratas, se encuentra Puerto Iguazú, en la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná, hacia las coordenadas 25°36′05″S 54°34′07″O / -25.60139, -54.56861.
Las cataratas son el principal centro turístico del noreste de Argentina, y uno de los principales de todo el país.
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